Los niños son personas. Son personas pequeñas con almas perfectas
que todavía no las han hecho esclavas.
Gerry Spence.
Es una mezcla
entre lógica y mentira, y recién ahora me doy cuenta. La lógica hay que
descubrirla y la mentira siempre está a la vista. ¡Qué estupidez! Ahora caigo,
pero sí… ¿Cuántas veces había escuchado esa palabra?
Nunca me
había provocado nada, pero cuando la escuché de la boca de la vieja de la
esquina, me cayeron las fichas. ¡Qué palabra de mierda! Se me revolvió el
estomago provocándome una náusea de esas que no tienen desenlace.
La palabra quedó
resonando en mi cabeza, no sé cuanto tiempo hasta que pude reflexionar. ADULTO.
Ser adulto. Es una palabra rara. Creo que nunca me había gustado, quizás una
vez, cuando escuché que mi vieja le contaba a mi tía que habíamos ido al médico
y que yo me había comportado como un adulto. No se bien qué quiso decir, pero
me pareció un halago o algo positivo en mi conducta digno de ser reconocido.
Pero cuando
escuché a la vieja de la esquina “sugerirle” a un nene que iba haciendo
jueguitos con su pelota y sin querer pisa una planta, que se comportara como adulto,
que eso no se hace y qué se yo cuantas cosas más, recién ahí me caen las fichas… porque… ¿qué tenía
que ver…? Absolutamente nada…
Adulto (según el diccionario) quiere decir
llegar a un estado de perfección, a un estado ideal.
Entonces
recordé las veces que me habían dicho que tenía que ser adulto, o lo que es
peor, que ya era adulto.
En la muerte
la palabra adulto siempre aparece, todos están de acuerdo en que el pequeño que
acaba de perder al padre va a tener que ser adulto, crecer de golpe, como si la
muerte hiciera a uno ser más grande. Lo que hace la muerte es llenar a la gente
de miedo, bronca, tristeza y millones de sentimientos más que en nada se le
acercan a crecer, a ser adulto y mucho menos a un estado de perfección.
¿Y en la
escuela? cuando después de hacer un chiste una profesora te dice que madures,
que es hora de ser adulto ¿en qué piensa? No se da cuenta que el estado ideal
es el que se disfruta, el que te puede empujar a la risa independientemente de
tu vida y tu realidad, que uno debe comprometerse con lo que hace sin abandonar
su forma de ser, que las estructuras rígidas se caen sin darnos cuenta como
caen las hojas de los árboles en otoño por cuestiones naturales y que el hombre
(aunque no lo aproveche) tiene la capacidad de ir mas allá; más aún, el día que
al parecer de mi vieja me había comportado como adulto, tenía razón, porque ese
día fui un tarado, porque no me moví, me quedé callado cuando quería gritar,
respondí a todo afirmativamente de manera automática y no me animé a decirle al
médico que no tenia nada, que mentía, que me hacía el boludo para no ir al
colegio…Entonces adulto no era perfección, era mentir, ponerse caretas de
acuerdo al lugar, era sentir, vivir y sufrir como todos lo esperaban, querer lo
mismo que todos, ser simplemente parte de los demás.
Me sentí
defraudado y sobrepasado por la angustia, estaba condenado como todos, con la
diferencia que lo sabía y eso empeoraba las cosas, fue ahí cuando la rabia
empezó a fluir con una intensidad desbordante, apreté el puño y azoté la pared,
pero la rabia no desapareció, y el dolor tampoco y entonces me resultó
imposible contener el llanto, hasta que por fin exploté y lloré tendido en la
cama como un niño que por nada del mundo quiere ser adulto.