"Conocer el amor de los que amamos
es el fuego
que alimenta la vida".
Pablo Neruda.
No se pueda escapar
cuando la salida
se enclava
en lo que sentimos.
¿pero qué nos guía
o qué nos hace
sentir lo que sentimos?
Las respuestas
caen sin prisa
en el hueco que deja
cada uno de nuestros deseos,
de nuestras debilidades
y nuestros enamoramientos.
No hay puntos finales
cuando la tinta se seca
en el camino
de un beso que no fue.
No hay límites posibles
a la esclavitud
de
nuestras más terribles derrotas.
Sólo nos queda aceptarnos
y ser parte de ese
dolor que lastima,
sobre todo (lo terrible es que lo sabemos)
por que aparece
después
de creer en el otro,
en los proyectos
y en el amor.
Sin embrago;
nada de lo que deseamos
pasa,
y
aunque sea difícil de aceptar
esto nos permite mantenernos vivos,
y
fundamentalmente
convertirse
en la excusa perfecta para
tomar unas cuantas cervezas
con la gente que queremos.
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